Ficción vs. No Ficción: ¿Mentir para decir la Verdad o Decir la Verdad para Curar?

Dec 19, 2025

Por Nia Linnez

Muchos escritores se paralizan en la encrucijada: "¿Cuento esto tal como pasó (y me arriesgo a que mi tía no me vuelva a hablar) o me inventó un dragón y disfrazó la historia?"

¿Tienes una historia atrapada en la garganta?.

Puede ser algo que viviste. Puede ser un sueño extraño. Puede ser una idea que te obsesiona sobre cómo será el mundo en el año 2080.

Te sientas a escribir y surge la Gran Pregunta, esa que divide las librerías en dos mitades irreconciliables: ¿Escribo esto como Ficción o como No Ficción?

Una vista simple, parece una decisión técnica.

  • No Ficción: Verdad. Hechos. Periodismo. Memorias.

  • Ficción: Mentira. Invención. Novelas. Cuentos.

Pero como redactor obsesionado con cómo funciona tu cerebro, te diré un secreto: para tu cerebro, la línea es mucho más borrosa.

Neurocientíficamente, cuando lees una gran novela, se activan las mismas áreas cerebrales que cuando vives una experiencia real. Tu cerebro simula la realidad. Por otro lado, cuando escribes tus memorias, tu cerebro está editando y reconstruyendo el pasado, lo cual es, en cierto modo, un acto creativo.

Entonces, ¿cómo eliges tu campo de batalla? ¿Eres un Arquitecto de la Realidad o un Dios de un Nuevo Mundo? Vamos a diseccionarlo.

1. El Cerebro del Arquitecto vs. El Cerebro del Mago (Diferencias Clave)

Aunque ambos cuentan historias, el contrato que firmas con el lector (y con tu propia mente) es diferente.

No Ficción (El Arquitecto):

  • El Contrato: “Te prometo que esto es verdad”.

  • La Materia Prima: Los hechos. No puedes inventar que llovía si hacía sol.

  • El Objetivo: Claridad, persuasión, educación o testimonio.

  • El “Hack”: Usas la narrativa para ordenar el caos de la vida real. Tu trabajo es encontrar el sentido en lo que realmente sucedió.

Ficción (El Mago):

  • El Contrato: “Te prometo que te voy a mentir, pero sentirás que es verdad”.

  • La Materia Prima: La posibilidad (“¿Qué pasaría si…?”).

  • El Objetivo: Inmersión emocional, entretenimiento, exploración filosófica.

  • El “Hack”: Usas mentiras literales para revelar verdades emocionales. Puedes inventar la lluvia para que coincida con la tristeza del personaje. Tienes control total sobre el clima, la física y el destino.

2. El Dilema: ¿Cómo Decidir si tu Historia es Realidad o Fábula?

Estás ante tu historia. ¿Cómo sabes en qué molde verterla? Usa esta Matriz de Decisión :

A) El Test de la Protección (¿A quién vas a herir?) Si tu historia involucra a personas vivas que podrían exigirte, odiarte o salir heridas si cuentas la verdad literal, tienes dos opciones:

  1. Ser valiente y asumir las consecuencias (No Ficción / Memorias).

  2. Cambiar los nombres, las ciudades y el género de los protagonistas, añadir un asesinato y convertirlo en una novela (Ficción). La ficción es el mejor escudo para contar secretos inconfesables.

B) El Test de la Credibilidad (¿La realidad es demasiado rara?) A veces, la realidad es tan absurda que nadie la creería en una novela.

  • Si tu historia es “demasiado increíble para ser inventada”, escríbela como No Ficción. La etiqueta “Basado en hechos reales” hace que el lector acepte lo imposible.

  • Si tu historia necesita que todo encaje perfectamente y tenga un final poético, escríbela como Ficción. La vida real rara vez tiene finales perfectos; la ficción los exige.

C) El Test de la Verdad Emocional vs. Literal

  • ¿Lo importante es exactamente lo que pasó? ⇾ No Ficción.

  • ¿Lo relevante es cómo se sintió, aunque tengas que cambiar los hechos para transmitir ese sentimiento? ⇾ Ficción.

3. El Campo de Batalla: Retos y Ventajas

Cada género tiene sus propios monstruos y sus propios tesoros.

NO FICCIÓN

  • La Ventaja: Autoridad y Conexión. Hay un poder inmenso en decir “Yo estuve allí”. Conectas con el lector de humano a humano. Eres un guía. Además, no tienes que inventar la trama; la trama ya pasó.

  • El Reto: La Vulnerabilidad y la Ética. Te expones al juicio directo. Tienes que lidiar con la falibilidad de tu memoria y con la ética de exponer la vida de otros. Y lo más difícil: hacer que la realidad no sea aburrida.

FICCIÓN

  • La Ventaja: Control Divino. Eres Dios. Si alguien te cae mal, puedes matarlo en la página 30. Si quieres que el protagonista vuele, vuela. Es la libertad absoluta para explorar la condición humana sin límites físicos.

  • El Reto: La Parálisis de la Opción Infinita. Al poder hacer cualquier cosa, a veces no haces nada. Tienes que construir el mundo desde cero: las reglas, la lógica, los personajes. Si algo no funciona, no puedes culpar a la realidad; es culpa tuya.

4. Entrenamiento Cruzado: Consejos para Desarrollar Ambos Estilos

Aquí está el secreto de los maestros: Los mejores escritores de ficción roban técnicas de la no ficción, y viceversa.

Para el Escritor de NO Ficción (Aprende del Novelista):

  • No seas una Enciclopedia: Nadie quiere leer datos secos. Usa escenas. Describe el olor de la habitación, el color de la corbata, el sonido del tráfico.

  • Crea Personajes: Las personas reales en tu libro deben ser tratadas como personajes: dales diálogos, motivaciones y arcos de transformación.

  • Usa el Suspense: Aunque sea una biografía, no revela todo en la primera página. Dosifica la información para mantener al lector pasando páginas.

Para el Escritor de FICCIÓN (Aprende del Periodista):

  • Investiga como un Loco: La ficción necesita verosimilitud . Si tu personaje es médico, investiga cómo habla un médico. Los detalles reales (la marca de un bisturí, el protocolo de un hospital) son los que “venden” la mentira.

  • Roba de la Realidad: Escucha conversaciones en el autobús. Observa tics nerviosos. Usa anécdotas reales y pégalas en tu mundo inventado. La realidad es la mejor fuente de inspiración para la fantasía.

Veredicto final

Al final, la diferencia no es tan grande como crees.

La No Ficción es una fotografía: encuadras la realidad para mostrar una verdad. La Ficción es un cuadro impresionista: usas colores inventados para mostrar cómo se siente la verdad.

Ambas buscan lo mismo: provocar una reacción en el cerebro del lector, hacerle sentir menos solo y ayudarle a entender este extraño viaje de ser humano.

Así que, ¿qué pide tu historia? ¿La crudeza de la foto o la libertad del pincel?